La falta de perdón es como una fortaleza imposible de acceder. Un corazón cuando està dolido, ofendido se cierra para no sufrir màs. Enpieza a volverse impenetrable.
Proverbios 18:19
Más se cierra el hermano ofendido que una ciudad amurallada. Los pleitos separan como las rejas de un palacio.
Un corazón ofendido busca aislarse y sin darse cuenta se empieza a quedar solo. El rencor o falta de perdón es una ofensa retenida, algo que està bien guardado y que no se deja salir. Por el contrario el perdón es una ofensa liberada, que se daja ir, que no se retiene.
La falta de perdón nos hace enfocarnos sòlo en nosotros mismos. Nos hace perder la perspectiva y sentirnos victimas de las circunstancias. Pasamos muchas veces por alto, que como seres humanos estamos expuestos a ser ofendidos pero también a ofender.
Mientras vivamos en este mundo y estemos en este cuerpo no se acabaràn nunca las ofensas, pero de igual forma "nunca debe de acabarse el PERDON".
Todo lo contrario al hombre Dios no retiene la ofensa. No retiene su enojo.
Miqueas 7:18Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)
18
¿Qué Dios hay como Tú, que perdona la iniquidad
Y pasa por alto la rebeldía del remanente de su heredad?
No persistirá en Su ira para siempre,
Porque se complace en la misericordia.
Y pasa por alto la rebeldía del remanente de su heredad?
No persistirá en Su ira para siempre,
Porque se complace en la misericordia.
Si Dios nos ha perdonado tanto, nosotros debemos perdonar también.
Perdonar es la mejor decisión.