domingo, 22 de mayo de 2016

Todo depende del cristal con que se mira.



El aposto Pablo se encontraba prisionero esperando nada màs y nada menos que ser juzgado ante el emperador romano de aquel tiempo. Este emperador fue  Nerón, un hombre conocido por su crueldad.
 
Cuando Pablo escribe sus cartas a las iglesias de aquel tiempo siempre lo hace con la firme convicción que Dios tiene  el  control de todo.   En la carta a los Efesios dice:
 
3:1 Por este motivo yo Pablo, soy prisionero de Jesucristo a favor de ustedes los gentiles.
 
De esta frase se pueden observar dos situaciones:
 
1. Pablo no se victimizaba considerándose como un prisionero romano, Pablo se sabìa y se sentía prisionero de Jesucristo.  El miraba a través de otro cristal, el cristal de la fe. No había tristeza en su afirmación antes bien había satisfacción de poder ser un preso de Jesús.
 
2. Pablo conocía muy bien su llamado.  El era el apóstol de los gentiles.  El cumplimiento de su llamado no estaba sujeto a las circunstancias.  Màs bien Pablo aprovechaba las circunstancias para cumplir con ese propósito.  El no perdió el tiempo lamentando sus prisiones, antes bien las viò como una oportunidad para cumplir su llamado.
 
Todo depende del cristal con que se mire.  Las pruebas, los obstáculos, los problemas pueden ser vistos como puertas abiertas para que Dios cumpla en nosotros sus propósitos divinos.
 
 
 
 
 
La confianza en Dios nos liberà y nos hace vencedores.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

viernes, 20 de mayo de 2016

Que tipo de amigo soy?



La amistad es una de las bendiciones màs bellas que un ser humano puede tener. Los amigos son como esa luz que se necesita  cuando la confusión se hace presente en la vida.
El proverbio dice: 
 En todo tiempo ama el amigo y el hermano nace para tiempo de angustia. (Proverbio 17:17)
 
La Biblia nos relata la historia de un hombre llamado Job, quien después de tenerlo todo se quedó sin tener nada.  Este hombre perdió familia, bienes y hasta su salud.  En esta hora de angustia no podían faltar sus amigos, sin embargo los amigos de Job se convirtieron en un estorbo màs que en una ayuda.
Sus comentarios fueron agregando a la vida de un ya atormentado Job, carga sobre carga, condenación sobre condenación.  Lejos de ser una compañía deseable se convirtieron en una compañía desagradable.
 
Que tipo de amigo soy?  Soy como los amigos de Job que en lugar de estar a favor parecen que están en contra?  Soy una ayuda en tiempos de adversidad o bien me constituyo en una carga pesada màs?
Los amigos están para fortalecerse en los momentos difíciles, para buscar a Dios juntos y para traer esperanza al alma afligida.
 
Hoy es un buen dìa para meditar que tipo de amigo soy y de ser necesario hacer los cambios en pensamientos y actitudes que me hagan ser en realidad un Verdadero amigo.

 
El amigo no condena, El amigo ayuda.

miércoles, 11 de mayo de 2016

De pie




El alma abatida necesita ser confortada.  En el Salmo 23 leemos:
 
2. En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará.
3. Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
 
Este salmo ilustra el cuidado que toda oveja necesita. Son animales que sin un pastor difícilmente pueden sobrevivir.  Las ovejas fácilmente  se pierden  y pueden enfrentar  serias dificultades para encontrar el camino de regreso.  Si por algún descuido caen sobre sus lomos son incapaces por si solas de levantarse y entran en un pánico, que de no ser rápidamente atendidas, puede provocarles la muerte.
 
Sin embargo, este salmo resalta los cuidados de Un Buen Pastor que no dejarà a ninguna de sus ovejas extraviadas y mucho menos en peligro de morir.  La buscarà, la encontrarà y la confortarà para que pueda ponerse de pie nuevamente.
 
Probablemente hoy sea un tiempo en que tu alma necesite que el Buen pastor la conforte y la guìe.  Seguro lo hará.... y muy pronto bajo los cuidados de este Divino Pastor podrás sobreponerte a cualquier caída.
 
 
 
Si tienes al Buen Pastor eres una oveja afortunada.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

jueves, 5 de mayo de 2016

A que le temo?

 
 
A que le temo?
 
 
Isaías 41:10
 
 No temas, que yo estoy contigo; no desmayes, que yo soy tu Dios, que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
 
 
Hay muchas razones para temer pero hay muchas más para confiar.
 
Dios nos promete su compañía como la de un fiel y verdadero amigo. Como esos amigos que están en las buenas pero que se quedan en las malas.
 La compañía de Dios no se limita a ofrecernos un hombro donde llorar, solo su presencia es la mejor garantía de una manifestación poderosa a nuestro favor.
 
El que nos dice: no temas, que yo soy tu Dios, es el mismo Dios que hizo proezas en el pasado y que continúa haciéndolas en el presente. No es un simple mortal que te ofrece una ayuda, por el contrario es el Eterno Dios quien tiene el poder absoluto sobre la muerte y sobre la vida.
 
Así que recuerda, por cada razón que tengas para temer hay muchas más razones para confiar. Deja que el temor huya de tu vida ante la majestuosa presencia del que te sostiene con su diestra de justicia.
 
 
Su presencia nos asegura su ayuda por siempre¡¡¡
 

domingo, 1 de mayo de 2016

La gran huida.

 
Salmo 55:6-8

Y dije: !!Quién me diese alas como de paloma!
Volaría yo, y descansaría.
Ciertamente huiría lejos;
Moraría en el desierto. Selah
Me apresuraría a escapar
Del viento borrascoso, de la tempestad.
 
Alguna vez has deseado tener alas y volar lejos?  La gran huida, podría ser el título de una película. Huir del lugar de la tormenta a un lugar donde como dice el salmista, se pudiera tener un breve descanso.
 
Dìa a dìa hay situaciones que nos agobian. Problemas nunca faltan ni faltaràn, pero para cada problema que hoy enfrentes también hay una promesa de Dios. Las oraciones  son como alas que nos hacen volar al lugar donde lo imposible se vuelve posible. Al lugar donde las promesas
se hacen realidad.
 
El salmista agrega:
En cuanto a mí, a Dios clamaré;
Y Jehová me salvará.
Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré,
Y él oirá mi voz.
 
Hoy encuentra en la oración a Dios esas alas que te lleven a su presencia, donde el refugio es seguro  y  los enemigos no pueden dañarte.
 
 
 
Si tienes que huir, huye a la presencia de Dios.