miércoles, 3 de enero de 2018

Empecemos y terminemos con un Feliz año.

Todos acostumbramos a saludarnos con la frase: Feliz año.  El deseo de cualquier persona normal es tener dicha y prosperidad en su vida y en la vida de aquellos que ama.

La felicidad la relacionamos con abundancia de bienes materiales, con excelentes relaciones familiares y laborales, con metas y logros alcanzados.  Nadie puede negar que un ascenso en el trabajo, que un negocio jugoso, que ser correspondido en temas de amor es parte de la felicidad, pero no debemos descuidar otro tipo de riquezas, de tesoros. No debemos descuidar virtudes como el amor, la fe, la justicia, la paciencia, la bondad, las cuales son efectos concretos de una vida fructífera en lo espiritual.
Alimentemos todas estas virtudes durante todo este año y seguramente cuando esté por terminar, podremos decir con toda seguridad que empezamos y terminamos con un feliz año.

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