lunes, 25 de abril de 2016

UN ANTES Y UN DESPUES.



El Salmo 6, escrito por David, nos muestra un antes y un después en la vida de este hombre.
Del versículo 1 al 7 vemos un David manejando sentimientos de desesperanza e impotencia. Un David que se lamenta de su condición, Un David vulnerable, enfermo y con severos trastornos de sueño. 

Alguna vez te has sentido igual que David? alguna vez has estado en aprietos tan grandes que has perdido tu salud, tu sueño y hasta tu esperanza?  Es interesante ver como en los versículos 8 y 10, sucede un cambio dràstico en la actitud de este hombre. El David que se lamentaba de su condiciòn ahora tiene la autoridad para hacerle frente a sus enemigos y anticiparles su derrota. Es un David diferente, seguro, confiado y valiente.


La razòn de este antes y después la encontramos en el versìculo 9.  La diferencia la hizo la ORACION A DIOS.  Una oraciòn cargada de lloro y ruegos que es aceptada por Dios y que le da la seguridad a David que Dios se encargarà de su situaciòn y se encargarà de sus enemigos.


La oraciòn tambièn debe ser la causa de "tu antes y tu despuès."  El hijo de Dios que pone sus circunstancias por difíciles que sean en las manos de Dios con autenticidad,  arrepentimiento, reconocimiento de su condiciòn pecaminosa, pero con el reconocimiento de un Dios grande en misericordia, tendrà la seguridad que Dios intervendrà en su vida y le darà la victoria.

Jehová, no me reprendas en tu enojo,
    Ni me castigues con tu ira.
Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy enfermo;
Sáname, oh Jehová, porque mis huesos se estremecen.
Mi alma también está muy turbada;
Y tú, Jehová, ¿hasta cuándo?
Vuélvete, oh Jehová, libra mi alma;
Sálvame por tu misericordia.
Porque en la muerte no hay memoria de ti;
En el Seol, ¿quién te alabará?
Me he consumido a fuerza de gemir;
Todas las noches inundo de llanto mi lecho,
Riego mi cama con mis lágrimas.
Mis ojos están gastados de sufrir;
Se han envejecido a causa de todos mis angustiadores.
Apartaos de mí, todos los hacedores de iniquidad;
Porque Jehová ha oído la voz de mi lloro.
Jehová ha oído mi ruego;
Ha recibido Jehová mi oración.
10 Se avergonzarán y se turbarán mucho todos mis enemigos;
Se volverán y serán avergonzados de repente

LA ORACION A DIOS SIEMPRE MARCARA UN ANTES Y UN DESPUES EN TU VIDA.





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